En un solo baile te entregué mi vida.

Sentado en el banco de aquel viejo bar 

yo tímidamente te invito a bailar

y tú, sonriendo aceptandome

Y es que cuando menos te lo esperas vuelves a sonreir de nuevo. Que yo no se si es que estabas lejos y te has venido cerca, que te he visto dormir intentando estar despierto como un niño que no se quiere ir a la cama o que de verdad lo intentas fuerte, y lleno de ganas. Que es no, pero que me encanta ese no contigo. Que te conozco de hace poco pero que me haces sonreir, y con eso yo me conformo. Que me acostumbre a ti en un solo día. 

Tal parece que yo me acostumbre a ti en un solo día 

que te ando extrañando 

como si hace años que te conocía

Hasta los mismisimos de la vuelta al cole...

Volver a empezar otra vez...

La vuelta al cole es una mierda. Estoy hasta las narices de tener 25 años y seguir volviendo a comprar bolis, rotuladores y folios. Me canso de forrar la misma carpeta un año si y otro también, pero con papeles bonitos y diferentes.

Me aburro de que todos hagan las mismas preguntas. No, no estoy nerviosa, llevo volviendo al cole desde los 3 años, así que después de 22 años me considero una experta en el tema, ya lo siento.

Eso si, hoy desde aquí prometo, que esta ha sido mi última semana de vuelta al cole de mi vida. Aunque después me muera del asco fuera de España. Me niego a retornar otra vez con 26 añazos...

Poniendo cafés

Dinero no vas a ganar, pero vas a aprender mucho...

Y esa ha sido la primera frase al entrar esta mañana en la oficina en la que voy a estar de prácticas hasta Navidades. Literalmente. Que tengo muchas ganas, que las tengo en un sitio inmejorable, que por fin voy a saber lo que es la traducción de verdad. Y espero hacer algo más en estos 3 meses que poner cafés.

Ya os iré contando como van mis aventuras como becaria, pero dejadme saborear la ilusión que me hace mi primer "trabajo" relacionado con lo que estudio de verdad. Y no me quitéis la ilusión.

Google - Soy becaria

Reina del Universo

Reina del súper, dueña del saloon, seré tu Jese James

Reina del súper - Ismael Serrano

Sin darnos cuenta nosotras somos las que perpetuamos el machismo en la sociedad. Aunque estamos siempre respaldadas por el patriarcado dominante y estancado en nuestras vidas y en nuestras mentes, patriarcado en el que hemos crecido. 

Todos tenemos amigos de Facebook que sabemos que no son amigos a los que llamamos llorándoles nuestros dramas. Son esas personas que conociste en el instituto, en un viaje al sur de Inglaterra o en unos campamentos de verano cuando aún tenías acné. Y todos, muchas veces, hemos pensado - ¿Para que los tengo yo en el Facebook llenándome el muro de vídeos de comida y de gatos? Los voy a borrar. - Pero no, todos necesitamos tenerlos para ver sus publicaciones y comprobar que ninguno habéis conseguido lo que soñabáis más de 10 años atrás y sentirte menos mal. 

Bueno pues mi Facebook está lleno de lo que yo llamo una fauna de mujeres que me demuestran cada día que estamos peor de lo que pensaba. En mi vida real tengo amigas, de carne y hueso con las que sí tomo cafés, que son fuertes y valientes y también tengo algunas que no lo son. Tengo amigos maravillosos porque entienden a que me refiero con feminismo, otros que evitan chistes machistas porque saben que no me gustan y otros que me llaman feminazi y me dan la fregona. Estos últimos reconozco que solo son conocidos que, por desgracia, deben permanecer en mi vida y que perdieron las neuronas demostrando lo machotes que eran hace muchos años. 

Pero en mi mundo virtual hay mucha mujer haciendo comentarios sobre su amor y lo afortunadas qeu son de tener a unos hombres maravillosos como "compañeros de vida" o "compañeros de camino, siempre de tu mano". Olé por ellas, que me alegro, aunque no entienda la necesidad de compartir sus sentimientos más profundos con media ciudad. El problema está en como lo dicen. Y no, no soy una soltera amargada, de hecho, en privado soy mucho más empalagosa que ellas. El problema está en su concepción de ser feliz TRAS alguien y no JUNTO a alguien.

"Dicen que una reina sin su rey no es una reina... Y yo tengo a mi REY!"

Cariño, sin rey puedes ser la REINA de tu casa, de tu vida, y si te da la gana, la EMPERATRIZ INTERGALÁCTICA DEL ESPACIO EXTERIOR. Puedes ser feliz y tener el universo a tus pies, ser poderosa, sin necesidad de tener un hombre al lado que te lo diga. Puedes decírtelo a ti misma cada mañana. Y es que tenemos que aprender que la persona con la que te levantas casa mañana no debe abrirte el camino que pisas. Ni tu debes estar esperando con la bayeta para sacarle brillo antes de que pase el por encima. Que juntos podéis tirar el café a las 7.00 a.m. y juntos salir a comeros el mundo. Que la felicidad, a dúo, es el doble de felicidad. 

Otra vez a lo lejos

Quizá solo escogiste el camino equivocado

Te lo dije. No me gusta separarme de ti. Porque lo que te hacía especial era que si tenía un mal día te llamaba y se me pasaba el mal día con nuestro café. Pero si estás lejos y encima mi mal día es contigo, me hundo un poquito más en la miseria. 

Y es que me canso de ser fuerte. Alguna vez me he preguntado si esto estaba pasando porque apareciste en el momento que yo lo necesitaba. A ti o a cualquier otro que quisiera quererme y que estuviera dispuesto a mimarme aquí al lado. Que estaba cansada de los trenes, los autobuses y las llamadas de teléfono. Y contigo me olvidé de todo eso. No se si me molesta que me mientas por el hecho en sí, o porque me importa que me puedas mentir en otras cosas. O quizá porque si que quería verte esos tres días que me prometiste y no me explicaste. 

Que ya no puedo más. Que te quiero pero no te quiero. Que tengo miedo y no estoy preparada para querer así otra vez. Que me quedé tan rota antes de ti que tu solo pusiste parches. Y ahora me he caído con todo. Con lo viejo y con lo nuevo, que me has hundido sin quererlo porque eras mi salvación. Esa a la que me agarré con desespero y con miedo a que no saliéramos a flote. Y que una vez que me permití sentir, a pesar de pensar que lo hacía poco a poco con barreras era todo mentira. Lo hice como siempre, lanzándome al vacío. Y es que no tengo remedio, y aunque lo intenté tu no fuiste mi medicina. 

Que no puedo volver a verte y me muero por otro café a tu vera. Que quiero llorar por ti y que seas tu el que me seque las lágrimas. Pero no. Voy a dejar de ser fuerte.