El 25 de mayo empezó la tortura, que hoy, un mes después termina. Muchas horas de estudio, muchos momentos de tirar la toalla y dedicarse a otra cosa, alguna que otra cerveza y varios momentos de terraceo. Mucho calor (ofú mi arma!) y muchas horas en pijama. Exámenes fáciles y difíciles. Aprobados y suspensos...
Pero oye, me merezco un par de semanitas de relax. Aunque me esperen los septiembres, también me llama el sol, el verano y mis amigos. A grito pelado. Tanto que este fin de semana me voy de mañaneo a mi Teruel bonito. Y olé.
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