18 de junio de 2015

Dear Future...Something

Dear future husband, 
here's a few things
you'll need to know if you wanna be
my one and only all my life.



Eres el amor de mi vida. Tu no lo sabes, y yo tampoco, tranquilo. Los dos vivimos en la oscuridad de la ignorancia. Quizá te he conocido ya, o quizá no. Quizá ahora estés en mi vida, quizá pasaste y vuelvas, o quizá aún no has llegado. Tranquilo, que no tengo prisa. 

Oscar Wilde by Mr. Wonderful


Sólo quiero avisarte de un par de detalles. Si decides convertirte en el amor de mi vida y te arriesgas a pasar el resto de tu vida a mi lado, o simplemente a comprometerte en serio conmigo, tengo que avisarte. Soy un completo desastre. Un completo y caótico desastre. En serio, de los que no se puede manejar. Y es que ni yo misma me sé manejar. Te estarás riendo, pero no, yo no vendo humo, yo soy lo que soy y te lo digo antes de firmar un contrato. Así que luego no te quejes. 

Me encantan las moñerías. Soy el ser más romántico del mundo, pero no siempre. Me encantan las flores, los anillos, los collares y los libros envueltos con un lazo. Me encantan las películas de sofá, abrazos y manta y me encantan las velas cuándo duermo (eso sí, con la puerta abierta, que soy romántica pero no tonta). Me encantan las cenas románticas en italianos deliciosos y los paseos al lado del río a la luz de la luna cogidos de la mano. Me encantan los besos de película, las bodas y las canciones que me hacen mover la cabeza de lado a lado. Pero ya. Me gustan de vez en cuando y sin motivo, pero no me gustan los 365 días del año las 24 horas del día. Porque te voy a contar otra cosa, soy la tía más desapegada del mundo. Necesito mi espacio, mi autonomía. Necesito ser yo para que juntos podamos ser nosotros. Necesito caerme y levantarme sola, aunque tú me seques las lágrimas. Y necesito triunfar por mi misma, aunque tú me esperes al bajar del escenario con la mejor de tus sonrisas. Y necesito que entiendas esto. Porque a ti te voy a dar lo mismo, también estaré abajo para celebrar tus triunfos, con lo que me gusta a mi una buena celebración y levantar la copa, como P!nk. Y también estaré lista con el paquete de pañuelos por si te caes y derramas unas lágrimas.

No quiero que siempre me des la razón, aunque yo siempre defienda que la tengo, en el fondo sé que me equivoco a menudo. Más a menudo de lo que reconozco. Me encantará que me digas hoy cenamos fuera, lo mismo que a mi me gustará pagar la cuenta más de una vez. Seré (o eso espero) una mujer trabajadora y autosuficiente, no una damisela en apuros que no puede pagar una simple cena. Me gustará que me digas lo guapa que estoy recién levantada cada mañana. Me gustará mucho, porque yo sabré que no es verdad, y tu también, pero los dos sabremos que esa será mi belleza real; sin maquillaje y con los pelos cual león, con los ojos casi cerrados y los movimientos robóticos. Esa será mi yo más pura y real, en pijama y sin ver nada por no ser capaz de encontrar las gafas que abandoné la noche anterior en algún lugar de la casa. Querré llevarte a ver a mi familia, como querré que me lleves a las interminables comidas familiares de la tuya, con suegra incluida. Pero tendrás que entender que necesitaré mi café a solas con mi hermana, mis momentos de sofá con mi cuñado o mis tardes infantiles con mis sobrinos. Y que te excluya de esos planes no me hará quererte menos, sino hacerlo cada día con más ganas. No necesitaré que me abras las puertas por donde pase ni que me lleves en brazos, pero me muero por ganas de hacer la colada contigo y fregar los vajillos a tu lado con la radio de fondo. Y soportaré los partidos de deportes extraños o minoritarios si a ti te gustan, igual que tu soportarás mis series en versión original. Harás tu la cama o aprenderás que extender el edredón también es un buen método de dejar la casa aceptable. Dejarás que mi ropa se acumule en la silla del escritorio y te dejaré un trocito si tu la quieres, o podremos poner dos sillas. Se caerán mis bolsos cada vez que abras la parte de arriba del armario y encontrarás mis pañuelos en un montón del armario. Y lo mejor será que lo mirarás con una sonrisa y me pedirás, sin ninguna esperanza, que lo ordene. Porque sí, en ese momento sabrás, igual que yo sé ahora, que soy un ser desordenado por naturaleza y el caos es mi estado natural de supervivencia.


"Even when I'm acting crazy
tell me everything it's alright"

Y sí, cada vez que saque mis momentos de locura necesitaré que me digas que todo va a estar bien. Igual que te diré lo maravilloso que ha quedado cada uno de los cuadros que cuelgues y que acabarán torcidos en la pared. 



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