21 de mayo de 2015

El arte de matar la esperanza


Profesor, ra.: Persona que ejerce o enseña una ciencia o arte

Todos tenemos un profesor que nos ha marcado en nuestras vidas, incluso varios dependiendo de la etapa escolar en la que nos encontremos. Hace un par de semanas me reencontré con un profesor que realmente fue especial para mí. Fue el profesor que me puso gafas, literalmente, y el que me suspendió mi primer examen (que lejos y cuantos suspensos han venido desde entonces). También fue el que me hizo odiar con todas mis fuerzas el cálculo mental pero, sobre todo, fue el primer profesor que dejo en mí una huella especial y al que desde entonces considero una persona realmente especial. El problema llega cuándo años después, como adulta y con tus propias ideas formadas, desde el mismo nivel, sin que ninguno de los dos esté por encima a escala de poder, te das cuenta que estabas equivocada. Y resulta que a ese profesor lo tenías idealizado y sus ideas no podían ser mas opuestas, y en mi opinión, erróneas. 

En nuestra pequeña charla hablando de niños, educación, futuro y trabajo me desveló las que para él son las bases necesarias que un niño necesita para sobrevivir en el mundo y a lo que debe ir encaminada su vida: LAS CIENCIAS. Para él matemáticas, física, química, biología, dibujo técnico y similares son las bases necesarias e imprescindibles para que esta sociedad, y esos niños, puedan ser adultos de provecho. Cuándo lo oía no me podía creer lo que estaba escuchando. Para este profesor las artes, la lengua y la literatura eran una pérdida de tiempo en el currículo de los niños y los que elegían las humanidades estaban eligiendo pasar hambre el resto de sus vidas.

La verdad que me indignó. No es justo que un educador cómo él, que lleva toda la vida enseñando me diga eso. Sobre todo a mí. A mí que cogí la rama de las ciencias y la dejé porque no eran para mí, porque resulta que no todo el mundo está hecho para las matemáticas y la física. Me dijo que básicamente estoy malgastando el dinero de mis padres en estudiar una carrera de letras que no me va a dar ningún trabajo y que lo mejor que podría hacer sería comenzar a trabajar. Que un educador, aunque sea a nivel básico como la primaria, te diga que deberías dejar tus estudios superiores y buscar algo más productivo porque las letras no son lo suficientemente buenas, es grave. Muy grave. Como dije el día de San Jorge, las letras, las humanidades, la cultura, la imaginación, la libertad y la creatividad son completamente necesarias en el desarrollo de un niño. Igual que las matemáticas, las ciencias naturales y la química. Un niño necesita verlo todo, sentirlo y experimentarlo para después elegir, y quizás equivocarse, pero sin que nadie le diga a la cara que su opción, su ilusión e incluso su vida, es una mierda. Y mucho menos un profesor.

Ellos están en este mundo para ayudarte a desarrollar tus capacidades, a alzarte bien alto en tus sueños y a darte las bases necesarias para que en cierto momento, y con la educación recibida en casa, puedas volar por tu cuenta. Tienen que impulsarte a volar solo, a equivocarte, a crear, a imaginar y a creer en lo que quieres. Porque si, este buen profesor también me dijo que esta sobrevalorada la vocación, que en esta vida hay que ganarse la vida aunque seas el ser más infeliz del mundo. Esta claro porque enseña lo que enseña. Porque no tiene sensibilidad y, porque para él, las pequeñas personas que tiene en sus manos son simples máquinas que tienen que producir en el futuro para pagarle su pensión. Esa pensión que le quedará cuando se retire de un trabajo que no siente, pero que desempeña para sobrevivir. Y así nos va el mundo. 

Vía Google



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2 comentarios:

  1. No podría estar más de acuerdo contigo. Yo hice 4º de ESO, y todo el bachillerato de ciencias puras (con sus respectivas asignaturas; Matemáticas, química, física, dibujo técnico...) por eso mismo, porque en teoría era "lo que daba salidas". Y mírame ahora... estudiando la carreara de Historia con todo el arte habido y por haber y su correspondiente filosofía. Y la verdad, me quedo con las letras.
    Sin ninguna duda, mas de un profesor -y algún que otro padre- debería leer este post o por lo menos pararse a pensar esta reflexión.
    Un abrazo :)
    http://viveynosobrevivas.blogspot.com.es/

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    1. Pues algo parecido me pasó a mi, ya te lo digo. Estoy completamente indignada con el trato que se le está dando a las artes, las humanidades y la creatividad en esta sociedad tan sumamente utilitaria. Y en mi opinión es un completo error. Gracias por tu comentario tan positivo! Un besazo Iván!!

      xoxo

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