10 de diciembre de 2015

Between fear and sex passion is.



"In the hours we could not met we sent messages of love and urgency. In the hours we could met our passion was brief and fierce"

The Passion - Jeanette Winterson


Creo que los dos sabíamos que teníamos que llegar a este punto.

Nuestro problema es que solo hablamos en diciembre. Estamos todo un año colgados al teléfono. 365 días escuchando nuestras voces y sin decirnos nada. Y cuando llega el frío, cuando llega diciembre, tenemos de nuevo la necesidad de hablar con un café en medio. Una conversación de las de verdad, sin miradas y sin abrazos. Volcando el alma en cada palabra. Será que diciembre enfría la distancia y necesitamos calentarla. Será que nos quedamos fríos con el móvil en la oreja pero sin un abrazo que nos diga que todo irá bien. Pero eso es lo que pasa, que no hay abrazos y que nada irá bien para nosotros. 

Que la distancia solo crece y la llama se apaga. Que hemos creado una rutina, a 300 km, pero rutina. Que me canso, que sufro y que te quiero, mal y mucho. Y te lo digo muy poco. 


Que no podemos vivir en un tren otros 365 días, y menos 730 días lejos. Que tu te mueves y yo me quedo, que no avanzo, ni contigo ni sin ti. Que tu quieres ya lo que yo quiero luego, que no sabemos juntar los deseos en uno solo, que el tiempo nos ahoga y los años son dos cuerdas estirando en direcciones opuestas. Que tu futuro es claro y el mio no tiene ni color. Que no te puedo decir que sí aunque me preguntes cada minuto del año. Que no podemos dejarlo todo por algo que todavía es nada. Que me queman mis lágrimas y me duelen las tuyas. Que sentirnos cerca no hace que la distancia se esfume y que cuanto más tiempo pasa se me hace más larga y pesa más. 

Es sencillo, la vida nos puso juntos cuando no debía. Nos enseñó que algo puede ser grande, brillante y maravilloso, pero que disfrutarlo no está al alcance de todo el mundo. Nos demostró que hay pocas cosas imposibles si uno quiere, pero que las que más quieres son las imposibles. 

Me enseñó que el lugar más bonito del mundo no es mi ciudad, ni un río. Que el lugar más bonito puede estar en unos brazos que calienten el alma. Y he aprendido que se puede decir te quiero sin que se hunda el mundo, sin que la magia desaparezca y sin que estalle de moñadas siempre. Solo a veces. Pero también he aprendido que se puede decir que no en esta vida aún deseando decir que si. Y que nada espera toda la vida. 

Y por fin he entendido que querer bien también significa saber cuando retirarse. Y amar a alguien, a veces, significa dejarlo marchar, ser y crecer. Y quizá algún día nos podremos decir otra vez "te pre-quiero". Porque este adiós te lo digo con un te quiero.

Y es que ese día no nos quedó nada por decir, nada por llorar y nada por reír.


No one ever said it would be so hard 
 The Scientist (Glee version)



Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario