Y se rompió la esperanza

Jamás pensamos nunca

en el invierno, 

pero el invierno llega, 

aunque no quieras

Y una mañana gris 
al abrazarnos, 
sentimos un crujido 
frío y seco, 

Se nos rompió el amor - Rocío Jurado

Se nos rompe la esperanza al completo, los ideales,  las ilusiones de un mundo mejor, de un futuro más limpio y más verde, menos peligroso y más pacífico. Un mundo donde los niños solo jueguen y aprendan, donde todos tengamos las mismas oportunidades y a todos nos dejen soñar. Un lugar donde tengamos que cambiar de ciudad o de país porque queremos ver mundo y no porque la falta de trabajo me aleje de la familia que quiero mantener a mi lado. Tampoco porque una bomba se lleve por delante, no solo mi casa, si no mi vida, mis esperanzas, mi futuro y el de mis hijos. Incluso la vida de mis vecinos.

No entiendo como estamos enterrando todas las ilusiones de un mundo más justo, más ecuánime, menos homófono o menos racista. En cada una de estas “democracias” en las que vivimos se hunden todas las esperanzas de la humanidad. Y mientras ellos, los ricos y los poderosos nos ven desde sus torres, desde sus edificios de cristal, mientras nosotros nos refugiamos en esas pequeñas cosas que nos dejan, esas pequeñas cosas en las que todavía podemos encontrar la felicidad. Siempre que no piense en todo lo que estoy perdiendo, en la educación que se esfuma, la sanidad que muere, las guerras que se alimentan del odio de los pobres y del dinero de los poderosos, la tierra que se desangra por miles de heridas.

Y es que no solo se nos rompen las esperanzas, sino que el infierno está a punto de abrirse bajo nuestros pies.