Quien me iba a decir a mi que me iban a dar para tanto estas prácticas y a la vez para tan poco. Que a una semana de decir adiós me doy cuenta de todo lo que he aprendido, de todo en lo que me he convertido y de todo lo que he disfrutado del sitio, de la compañía, de los jefes, de las experiencias y de mis queridos becarios.
Que no todos los días se conoce a un embajador, se practica portugués con una portuguesa de pro o se habla inglés con personas de tantas partes del mundo. Que repetía mil y una veces la experiencia, que no he puesto ni un solo café e incluso me han invitado a alguno con pastas incluidas. Que he conocido paises que no sabía que existían y he descubierto la política como nunca habría imaginado. Que el mundo se mueve por impulsos, casi siempre económicos, y que con un pequeño movimiento se puede tambalear todo, hasta una pequeña entidad en una ciudad perdida de España.
Que solo puedo dar las gracias y disfrutar de lo poco que me queda. Y seguir hablando con mis "compicarios" (compis + becarios) favoritos. Y que los becarios que unen unas prácticas, no los separan facilmente...
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